19 de septiembre de 1985 una mañana diferente dicen muchas
personas, con un cielo único, nada que ver con otros días, al parecer el cielo
ya sabía que estaba por pasar.
7:17:47 de la mañana el Distrito
federal (Hoy CDMX) era lo que solía ser; una ciudad viva llena de personas,
cumpliendo sus actividades diarias, las cuales no pudieron ser iguales después de
aquellos 2 minutos fatídicos de la mañana del 19 de septiembre. Una
maña sin lugar a dudas diferente y única en la vida de las y los mexicanos.
Un temblor de 8.1 grados en la
escala de Richter con epicentro en las costas del estado de Michoacán sacudía
los suelos mexicanos, todas las personas se quedaban en sus hogares o salían corriendo
a las calles, sin saber la magnitud de lo que estaba pasando, un estruendo equivalente
a 1000 bombas atómicas de 20 kilotones sacudía centímetro a centímetro el suelo
de aquella ciudad, que nunca volvió a ser igual.
Instalaciones educativas, hospitales, casas, condominios, edificios gubernamentales, teatros, televicentros y lugares emblemáticos estaban cayendo pedazo a pedazo, el suelo parecía que tenía vida, hacia ruidos que nadie podía imaginar que podían suceder, la vida de la madre naturaleza estaba cobrando fuerza. Esos 2 minutos bastaron para que el gigante de las ciudades quedara envuelto en escombros. En esa fecha que nos abría la puerta a una cuenta regresiva esperada en todo el mundo; a meses de celebrarse aquel tan esperado mundial de futbol, el mismo que tenía los ojos del mundo sobre hoy CDMX y los cuales se daban la idea de que la ciudad había desaparecido.
En avenida Juárez se encontraba el
lujoso hotel REGIS uno de los hoteles más emblemáticos de la ciudad de México en
aquellos tiempos, del cual solo quedo el nombre, el cual no volvió a
levantarse.
En aquella ubicación tan conocida
por el fatal echo de 2 de octubre de 1968, yacía una construcción majestuosa,
un edificio habitacional que se hacía ver tan sólido que parecía
indestructible y en aquella mañana parecía ser de papel de china. Un edificio
que portaba el nombre “Nuevo león” del conjunto habitacional Tlatelolco el cual
quedo completamente inservible.
Los multifamiliares Juárez fueron
parte de la infraestructura que desapareció y hoy en día son parte del parque “Ramon
López Velarde”. Más de 400 millones en pérdidas de infraestructura, conjuntos
habitacionales y conjuntos gubernamentales afectaron a ese México que se puso
de pie.
La Unidad de ginecología y residencia
medica del hospital general centro médico, estaban entre los números de las
instalaciones destruidas, lo único que quedaba eras barillas retorcidas y
escombros. 11 pisos llenos de estudiantes, trabajadores y niños, cerca de 3000
personas que se quedaron aquel día dentro de esas instalaciones que se hacían ver
irreconocibles.
Instalaciones educativas
completamente desechas tales como la preparatoria de la universidad Chapultepec
la cual al destruirse se llevo consigo cerca de 60 personas con ella. Los
cuales quedaron entre escombros, varilla y tierra.
Más de 4000 personas de
diferentes edades fueron rescatadas de los escombros. Hasta 10 días después del
temblor seguían sacando personas con vida de las diferentes estructuras que
fueron derrumbas por aquel evento geológico.
Grandes bloques de hielo, dentro ataúdes
improvisados de madera eran la manera de mantener los cuerpos a espera que sus
familiares los reconocieran. Filas interminables de muertos, las cifras
oficiales a los días del fatal suceso eran 7000, años después de esos informes
se hablaba de cifras que sobrepasaban los 10,000 y hoy en día se dice que hasta
40000.
La reacción de solidaridad de los
mexicanos a través de este suceso solo fue el resultado de la grandeza humana,
las labores de rescate y construcción estuvieron a cargo de un ejercito entero
de sobrevivientes, ciudadanos comunes que nunca tuvieron miedo, esa fue la
voluntad inquebrantable de sanar la profunda herida lo más pronto posible lo
mas generosamente aceptable. Todo esto dio cuenta en lo que en aquel día era lo más importante.
El 19 de septiembre de 1985 quedara grabado en
la memoria de los mexicanos como el día que nos sepultó la desgracia, pero al
mismo tiempo, como el día en que México resucito con los propios mexicanos que
no necesitaron de nada ni de nadie para poder levantarse, aquel 1985 fuimos un
solo México y para ello nos bastaron SOLO 2 MINUTOS…
Fuentes: Elpais, Bbc, Gob y Milenio.
Fuentes: Elpais, Bbc, Gob y Milenio.
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