Los líderes del Movimiento Estudiantil de 1968 fueron fieramente atacados y perseguidos por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.

A muchos de ellos les inventaron los cargos más atroces y se les condenó a pasar prisión en una de las cárceles más crueles y terribles de la época: el temido Palacio de Lecumberri.

Muchos de ellos, al salir, siguieron estudiando, se volvieron profesores, otros se volvieron activistas y muchos más se dedicaron a la política, sobre todo en los partidos de oposición.
Aquí les ponemos pequeños perfiles de los principales líderes de aquellos estudiantes que únicamente tenían un sueño: la democratización de México y la liberación de los presos políticos.

Ana Ignacia, “Nacha”, Rodríguez


Estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México. Era representante del comité de lucha del área de finanzas de Derecho.
Cuando participó en el movimiento, apenas había terminado la carrera, era tesista.
Fue detenida en tres ocasiones: 18 de septiembre y 4 de octubre de 1968, y 2 de enero de 1969.
Durante el dos de octubre, Nacha estaba en la plaza con una pancarta, estaba a lado de su amiga Tita. En su testimonio recopilado en La Noche de Tlatelolco, :
“Yo salí de la Universidad con un grupo de compañeros. Llegamos a la Plaza de las Tres Culturas y comenzó a lloviznar. Se formaron contingentes y yo iba con una pancarta de mi escuela […]. Yo estaba sentada en las gradas frente al Chihuahua cuando vi las luces de bengala y en unos cuantos segundos empecé a oír lo que más tarde supe era el tableteo de las ametralladoras […]. No creí, no me di cuenta de la gravedad de lo que estaba pasando y seguí allí agarrando mi pancarta hasta que un compañero me gritó: “¡Tira esa cosa!” porque con la pancarta era yo un blanco perfecto. La aventé y corrí junto con Tita. Corrimos hacia un costado de las banderas, las asta-banderas en la Plaza de las Tres Culturas […]. En un momento dado brincamos esos muritos prehispánicos y caímos en unas especies de fosas. Yo me caí y sobre de mí cayeron otras gentes. Se oían gritos, ayes de dolor, lloridos y entonces me di cuenta que la balacera continuaba cada vez con más intensidad”.
Nacha logró escapar ese terrible día:
“Debo haber corrido mucho tiempo sin notarlo porque cuando volteé ya estaba yo en el Sanborn’s de Lafragua. Allí me detuvo un conocido y me dijo: “¿Qué te pasa?”Entonces me di cuenta que había yo estado llorando porque tenía toda la cara manchada por el rimmel; todo se me había corrido; bueno estaba yo mal, mal, mal. Allí me hicieron que tomara un café: “cálmate, cálmate, cálmate, por favor”; me lo trajeron a la puerta porque yo estaba temblando y a la puerta salieron varios muchachos más. Lo único que pude decirles es: “Están matando a los estudiantes”.
La condenaron a 16 años de prisión por delitos que se le imputaron como robo, homicidio y lesiones e incitación a la rebelión y sedición. Junto con Roberta Avendaño Martínez (conocida como La Tita), Amada Velasco y Adela Salazar de Castillejos (las cuatro eran estudiantes de Derecho), permaneció dos años en el penal de Santa Martha Acatitla.
gnacia prefiere que le digan Nacha porque en la prisión las autoridades le pusieron ese alias para criminalizarla, entonces ella se lo reapropió. Por eso también da el de su amiga Roberta Avendaño: Tita.
Se jubiló de la Secretaría de la Reforma Agraria y laboró en la delegación Coyoacán. Estudió derechos humanos en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Es miembro del Comité 68 Pro Libertades Democráticas.
Además, es de las pocas personas que dan luz de la participación femenina en el Movimiento Estudiantil del 68.

Luis González de Alba


Estudió psicología en la Universidad Nacional Autónoma de México. Al terminar sus estudios se involucró en el movimiento estudiantil del 68 siendo representante en el Consejo Nacional de Huelga (CNH).
Fue aprehendido durante la masacre de Tlatelolco y recluido en Lecumberri durante dos años.
Durante la matanza masticó las páginas de su agenda (para que las autoridades no obtuvieran datos de sus compañeros).
Cuando le leyeron los 20 delitos que le imputaron, dijo:
Ponga otro delito en mi lista: faltas a la moral en la vía pública por andar en cueros.
Haciendo referencia de cómo las autoridades habían encuerado a los estudiantes detenidos.
En prisión, estudió hebreo y escribió su primera novela: Los días y los años, en donde relata su experiencia en el movimiento estudiantil.
Un día, en la cárcel, escuchó disparos. Preguntó que qué era lo que sucedía y le dijeron “los estamos matando a tiros, ahorita sigues tú”.
Después de ser liberado se exilió en Chile.
En 1975 publicó en la revista ¡Siempre! El primer manifiesto mexicano en defensa de los homosexuales, junto con la activista y directora teatral Nancy Cárdenas y el escritor Carlos Monsiváis.
Participó en la fundación de los partidos políticos Socialista Unificado de México (PSUM), Mexicano Socialista (PMS) y de la Revolución Democrática (PRD).

Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca


Ingeniero agrónomo proveniente de la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo y su representante en el Consejo Nacional de Huelga. Tenía 25 años en el 68. Era conocido como uno de los líderes más radicales del movimiento e izó una bandera rojinegra en pleno Zócalo.
Fue detenido el 28 de septiembre de 1968, acusado de incitación a la rebelión, asociación delictuosa, rebelión, ataques a las vías generales de comunicación, daño en propiedad ajena, robo y despojo.
Fue sometido a torturas y simulacros de fusilamiento. Estuvo preso en Lecumberri de 1968 a 1971. Ahí, un celador, incluso lo hizo borrar con la lengua un letrero que decía “Chingue a su madre el asezino Díaz Ordaz” (sic).
Al salir se exilió en Chile.
Laboró en la Compañía Nacional de Susbsitencias Populares, la Subsecretaría Forestal, La Universidad de Zacatecas, la Comisión Nacional Forestal. Fue miembro fundador del Partido Mexicano de los Trabajadores.

Marcelino Perelló


Representó a la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México en el Consejo Nacional de Huelga. Era militante de la Juventud Comunista.
No fue detenido en la matanza de Tlatelolco.

Se refugió en el domicilio de Andrés Caso Lombardo (uno de los representantes del gobierno en las pláticas con el CNH). En ese lugar ofreció una conferencia de prensa en la que realizó una afirmación polémica:
en un principio los soldados habían disparados balas de salva.
Esa declaración más otros momentos en los que pidió a los estudiantes que regresaran a clases pusieron en entredicho su imagen.
Después del levantamiento de la huelga de la Universidad, se exilió.
Se graduó en Matemáticas y por la Universidad de Bucarest obtuvo la mestría en ciencias. Impartió cátedra en la Universidad de Barcelona y regresó a México en 1985.
Fue maestro de la Facultad de Ciencias de la UNAM.

Raúl Álvarez Garín


Alumno de la Escuela Superior de Física y Matemáticas del Instituto Politécnico Nacional y delegado de ese centro de estudios en el Consejo Nacional de Huelga.
Se le considera uno de las dos personas que propiciaron la creación del Consejo Nacional de Huelga (CNH).
En La Noche de Tlatelolco aparece su testimonio diciendo:
“Cuando comenzó el tiroteo la gente se abalanzó por las escaleras de la Plaza que están situadas precisamente enfrente del edificio Chihuahua gritando: “El Consejo, el Consejo”. Se dirigían a las escaleras del edificio con el único propósito de defender a los compañeros dirigentes. Allí los grupos de agentes secretos apostados en las columnas del edificio comenzaron a disparar contra la multitud, rechazándola a balazos”.
Fue preso el 19 de octubre de 1968. Estuvo incomunicado más de 15 días en el Campo Militar número uno. Fue acusado de daño en propiedad ajena, ataques a las vías generales de comunicación, sedición, asociación delictuosa, incitación a la rebelión, robo y acopio de armas, homicidio y lesiones. Fue sentenciado a 16 años de cárcel. Pasó 3 de ellos en Lecumberri.




Policías detienen a estudiantes en Tlatelolco en 1968 (Getty Images, archivo)

En prisión, formó parte de varios grupos de estudio, las autoridades del lugar lo llamaban “mayor” de la criujía C.
Luego fue profesor en la Facultad de Economía de la UNAM. De 1977 a 1990 dirigió la revista Punto Crítico. Fue uno de los principales activistas del Comité 68 Pro Libertades Democráticas que fue creado para exigir castigo a los responsables de la masacre.

Eduardo Valle Espinoza


Era el representante de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México en el Consejo Nacional de Huelga.
Quedó capturado durante la masacre del 1968 y permaneció en la penitenciaría de Lecumberri hasta 1971.
Durante la matanza logró colarse en un departamento del Edificio Chihuahua. Ahí, lo atraparon los del Batallón Olimpia. Un militar le rompió los lentes y él comenzó a temblar. Entonces solo escuchó que alguien le decía “no tiembles, mano, no se lo merecen”.
Fue torturado en el campo militar y, después de imputarle 20 cargos, lo metieron en Lecumberri.
Alcanzó la libertad con la amnistía de 1971.
Maestro universitario y cofundador de los partidos Mexicano de los Trabajadores (PMT), Mexicano Socialista (PMS) y de la Revolución Democrática (PRD).
Fue diputado federal en los 80. También fue asesor de la Procuraduría General de la República.

Martínez della Rocca


Estudiante del último semestre de la carrera de Física en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue integrante del comité de lucha de esa facultad.
Fue detenido el 28 de agosto de 1968 pues le imputaron los delitos de secuestro, robo y resistencia de particulares, estuvo recluido en Lecumberri dos años, seis meses y nueve días.

Se doctoró en sociología y obtuvo un posdoctorado en sociología de la educación. Fue profesor de la UNAM, la ENAH y la Universidad de Guerrero. Fue miembro fundador del Partido de la Revolución Democrática, delegado de Tlalpan y diputado federal en dos ocasiones.

Gilberto Guevara Niebla


Fue representante de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México en el Consejo Nacional de Huelga. Fue uno de los dos autores intelectuales de la creación del CNH (el otro fue Raúl Álvarez Garín).
Durante la matanza, estuvo en el tercer piso del Edificio Chihuahua. Cuando se dio cuenta, tenía el cañón de una ametralladora frente a sí. Un militar le destrozó el esternón de un culetazo. Se le prohibió voltear a ver mientras escuchaba la matanza (los gritos y los disparos iban en aumento).
Su testimonio de la Noche de Tlatelolco dice:
“Las unidades del ejército se desplegaron en torno a la multitud como pinzas y en pocos minutos todas las salidas estuvieron cerradas. Desde el tercer piso del edificio Chihuahua, lugar donde se había instalado la tribuna, no podíamos ver estas maniobras y el pánico nos parecía inexplicable: los dos helicópteros que sobrevolaban la Plaza casi desde el inicio del mitin habían tomado una actitud hostil y provocadora volando a muy baja altura y en círculos cada vez más cerrados, luego habían lanzado las bengalas, una verde y otra roja; al caer la segunda se inició el pánico y los miembros del Consejo tratamos de detenerlo: ninguno de nosotros veía que el ejército avanzaba bajo la tribuna. La multitud frenó de golpe al encontrarse frente a las bayonetas y retrocedió de inmediato: parecía una ola avanzando hacia el extremo opuesto de la Plaza; pero también allí estaba el ejército; desde arriba vimos cómo la ola humana empujaba hacia otro costado. Fue lo último: el tercer piso ya estaba tomado por el Batallón Olimpia. Aún sin entender por qué corría y de golpe retrocedía aquella multitud incontrolable, los últimos que quedábamos junto al micrófono, al volver el rostro, encontramos los cañones de las ametralladoras. El barandal fue ocupado por el Batallón Olimpia y a nosotros, con las manos en alto y de cara a la pared se nos prohibió estrictamente voltear hacia la Plaza; al menor movimiento recibíamos un culetazo en la cabeza o en las costillas. Cerrada la trampa se inició el asesinato colectivo”.
Estuvo preso en Lecumberri de 1968 a 1971.
Licenciado en biología y con grado de doctorado por el Instituto de Educación de la Universidad de Londres. Ha sido profesor, subsecretario de Educación y editor de la revista Educación 2001.

Roberto Escudero

Estudiante de Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Representaba a esa facultad en el Consejo Nacional de Huelga.
Se exilió en Chile de 1969 a 1971. Después de la masacre, Escudero Castellanos formó, junto con Marcellino Perelló, Federico Emery y Ángel Verdugo, el núcleo central de la dirección del CNH. Junto con Gerardo Estrada redactó el Manifiesto a la Nación 2 de Octubrecon el que se puso fin a la huelga estudiantil el 17 de octubre de 1968.
Impartió clases en la UNAM y en la UAM- Xochimilco. Dirigió las revistas Punto Crítico y Territorios.



Inicio del movimiento estudiantil de 1968. (Twitter: @UNAM_MX)


Félix Hernández Gamundi


Estudiante de la Escuela superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional. Fue su representante en el Consejo Nacional de Huelga.
El 2 de octubre, durante la matanza que se realizó en la plaza de las Tres Culturas, él estaba en la quinta planta del edificio Chihuahua. Fue detenido y golpeado. Lo trasladaron primero al Campo Militar número uno y después estuvo preso dos años en Lecumberri.
Su testimonio en La Noche de Tlatelolco dice:
“Como el fuego era cada vez mayor y empezaban a oírse las descargas de los tanques y sus ametralladoras de alto poder, iniciaron [los del Batallón Olimpia] la búsqueda de un woki toki con verdadera desesperación. El que al parecer iba al mando del batallón dio la orden de no disparar más. Se oían gritos de “Ya no dispare nadie, busquen un woki toki” […]. Con el guante o pañuelo blanco en la mano izquierda pasaban continuamente arrastrándose sobre los codos; no tenían al parecer manera de comunicarse con la tropa que abajo disparaba contra todo. A nosotros sólo nos extrañaba el que se tardaran tanto en asesinarnos”
Especialista en problemas de agua, participó en varias organizaciones ambientalistas. Es Miembro del Comité 68 Pro Libertades Democráticas.

Pablo Gómez Álvarez


Era presidente de la sociedad de alumnos en la Facultad de Economía. Desde los 17 militaba en el Partido Comunista.
El 2 de octubre no creyó llegar a cumplir los 22 años. Cuando el Batallón Olimpia abrió fuego contra los ciudadanos, Gómez intentó buscar un refugio en un departamento del quinto piso. Vio a varios compañeros suyos caer por los disparos. Estaba tirado cuando lo agarraron los agentes.
Estuvo preso dos años en Lecumberri.
Al salir ingresó en el Comité Central del PC y más tarde fue líder nacional del PSUM. Se graduó como economista en 1975. Ha sido diputado federal y miembro del Consejo Nacional del PRD.
Con información de NexosProcesoEl País y La Jornada, citados por noticieros televisa.

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